‘Arrow’ Recap 2×10: Blast Radius o la que se está preparando

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Ayer volvió Arrow a Calle13, así que podemos sentirnos libres de comentar este episodio sin miedo a spoilers. ¿Por donde empezamos? Vimos en el último episodio como Oliver se preocupó por los efectos que pudo tener la dosis de Mirakuru que Blood inyectó a Roy. Y en este episodio veremos que con mucha razón: un vidrio se le clava en el brazo y se cura echando leches. Y por si fuera poco, salva a su suegra del aplastamiento por un panel de focos poniendo la espalda al más puro estilo Smallville. Y ahí ya es cuando Thea y el propio Roy lo flipan en colores.

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En este episodio vemos como un nuevo villano, Metralla, se ha dedicado a hacer explosioncillas por Starling. No es que sea un villano destacable, pero cumple su cometido. Sebastian Blood, que se ha animado a presentarse para alcalde, anima a los ciudadanos a concentrarse y demostrar que no tienen miedo, lo cual es una golosina para el villano, que pretende hacerlos volar por los aires. Afortunadamente, el Team Arrow al completo logra salvar el día.

Y eso que las cosas estaban tensas dentro del equipo, y la razón son unos extraños celos que siente Oliver: Felicity se ha pasado días y días en Central City junto a Barry en el hospital, donde se encuentra dormido tras el accidente con el rayo (Felicity dice que prefiere decir que duerme a que está en coma, que le suena muy crudo, así que nosotros le hacemos caso). De hecho, Ollie llega a echar en cara a Felicity que está descentrada y con la cabeza en otro sitio (literalmente, en Central City) y llegan a enfrentarse de un modo muy incómodo. Menos mal que Oliver sabe cuando se pasa y arreglan sus diferencias.

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¿Y Laurel? ¡LAAAAUREEEEL! Laurel Lance ha sido la gran sorpresa del episodio. Y no me refiero a su flamante aspecto caballuno delgadísimo, sino a que, por una vez, está demostrando que su personaje sirve para algo. Es capaz de sospechar de las intenciones de Sebastian Blood. E incluso se marca un Chloe Sullivan investigando a quién le paga Blood el seguro médico, acude a visitar a su supuesta tía ¡y descubre que es su madre! La señora, además, está aterrorizada por su hijo y le cuenta a Laurel que fue él quien mató a su propio padre. Justo mientras Laurel lo flipa al descubrir que Blood no es el caballero andante que pretende, sino más bien un villano en las sombras, somos testigos de la alianza de Blood con Arrow «para acabar con el crimen en Starling City». Momento «chanchanchan».

¿Y la isla? Pocos avances, salvo ser testigos de cómo Slade empieza a alucinar con su superfuerza y de cómo le está afectando también a la azotea. Habrá que andarse con cuidado con el futuro Deathstroke…

No ha sido de los mejores episodios (¡Dioses de Kobol! ¡Con un final de midseason semejante el nivel estaba MUY alto!) pero ha sentado las bases para cosas GRANDES que están por venir. ¡El hype sube!

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