Crítica de ‘Alien, el octavo pasajero’, una aventura espacial terrorífica

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Una de las joyas de terror y ciencia ficción de todos los tiempos.


Ya queda menos para la llegada de una nueva entrega de la saga Alien, y para prepararnos para esta nueva misión lo mejor es echar la vista atrás y ver el origen de esta saga. En 1979 Ridley Scott nos ofreció el primer vistazo a una terrorífica especie alienígena que nos hizo, y nos hace, sufrir cada vez que los vemos en la pantalla. Los Aliens, esos movimientos, esas bocas dobles, esa sangre acida…

La historia nos sitúa en la nave de carga Nostromo, que se encuentra regresando a la Tierra, pero por desgracia su viaje se ve interrumpido y despierta a sus siete tripulantes. El ordenador central, MADRE, ha detectado la misteriosa transmisión de una forma de vida desconocida, procedente de un planeta cercano aparentemente deshabitado. La nave se dirige entonces al extraño planeta para investigar el origen de la comunicación.

Llevamos 7 entregas, y la octava llega el próximo 12 de mayo, pero ninguna, bueno, quizás la segunda, nos ha hecho sufrir y agarrarnos a la butaca como lo hace la primera entrega. «Alien, el octavo pasajero» nos ofrece los mejores ingredientes de la ciencia ficción y el terror. Seguramente los nuevos espectadores no lleguen a vivir esta película como la vivimos en su momento, o hace unos años, ya que el cine que se hace actualmente no tiene nada que ver. Pero para los que hemos crecido con este cine, madre mía, que tensión, terror y ritmo.

Sigourney Weaver, nuestra Ellen Ripley, suboficial y piloto, es en uno de los personajes femeninos más importantes de la historia de cine, se convirtió en referente desde el momento en el que llegó a la gran pantalla. Es todo un icono. Es inolvidable. En la recta final de la película, con su lucha contra el Alien, con esa actitud y esos planos.

El filme comienza con una secuencia de 10 minutos de duración en el que se nos presenta la nave Nostromo, pasillos oscuros, llenos de roña y suciedad y habitaciones blancas impolutas. Pero de pronto, la nave cobra vida y despierta a la tripulación. Esa secuencia pausada, únicamente con la banda sonora, deja bastante claras las intenciones. La nave va a ser el escenario de esta lucha, un laberinto en el que el peligro está en cualquier rincón.

Según va avanzando la trama, aterrizando en el planeta, encontrando la nave y con el «accidente» ya a bordo de la nave, es cuando comienza esta cinta de terror, en la que se nos va mostrando todo sin ninguna prisa y sin pausa. Dan O’Bannon, guionista de la película, logra que el espectador cree una instantánea conexión con los personajes, todo en los primeros 30 minutos.

Creo que la palabra que definiría este filme es impactante. Sí, impactante. Hoy en día ya estamos todos más acostumbrados a ver sangre, brutalidad o como un monstruo se come a un puñado de personas, pero en 1979 las cosas no estaban tan reutilizadas como ahora. Actualmente en una película como esta se nos mostraría el bicho al completo al poco de empezar la película, y nos encontraríamos con una película más perteneciente al género de acción. Pero Alien no es así. Alien es única. Esta película ha marcado un antes y un después, ya no solo en el cine, sino en los espectadores. El facehugger, o abrazacaras, el alien saliendo del pecho, el gato Jonesy, esos eternos pasillos, los planos exteriores de la nave alienígena…

Si no habéis tenido la oportunidad de ver esta película, la verdad es que no se a que estáis esperando. Una de las grandes películas de la historia del cine os espera, maravillosa en todos los aspectos. Disfrutad.

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