¿Habéis visto Sharknado? Pues esto es lo que es The Babysitter: Killer Queen, el Sharknado del mundo del terror y los slashers. Hace unos años Netflix nos sorprendió con la primera entrega, logrando que todos cayésemos rendidos ante semejante locura disparatada. Una niñera que planea hacer una ceremonia satánica en el salón del hogar del niño al que cuida. Todo mientras juega a verdad o reto con algunos compañeros de ceremonia. Está claro que las cosas no salieron bien, pero lo que no ha salido nada bien es esta secuela.
He leído que algunos se lo han pasado en grande, riéndose sin parar y disfrutando con el tono totalmente paródico que posee la cinta, pero a mí personalmente me parece que se han pasado de vueltas. Muchísimo.
Han pasado tres años desde que Cole logró salir con vida de la noche fatídica, y ahora, siendo todo un bicho raro incluso para sus padres, tiene que continuar con su vida como si nada hubiese ocurrido. De hecho, no ocurrió nada. No hay pruebas del rito satánico, ni de los muertos, ni de la niñera, todo parece que fue producto de su imaginación. Pero, evidentemente, no está loco. Los espectadores vimos todo lo ocurrido, sabemos que no es mentira, y está claro que no lo fue. Vuelve la batalla.
Os diría que me entretuvo, que disfruté de algunos de sus momentos, pero me estaría engañando y os estaría engañando. Me resultó completamente aburrida, vacía y sin ningún tipo de interés. Tiene algunas ideas interesantes, especialmente en su recta final, pero en la gran mayoría del metraje parece que nos encontramos la mezcla entre Sharknado y Scary Movie. Es verdad que la primera parte también tenía muchos momentos locos y paródicos del género, pero en esta ocasión los guionistas parecen más centrados en no tomarse nada en serio que en contarnos algo coherente.
Una parte fundamental de la trama ocurre tras las cámaras, y es algo tan importante que es totalmente ridículo o impensable que el espectador no lo vea ni en formato flashback cuando se hace la revelación. Es como si en Harry Potter no viésemos a Voldemort matar a los padres de Harry, o si en Jurassic Park 2 no viésemos a Hammond engañar a Ian para que fuese a la isla. Pero, en cambio, si vemos flashbacks como se reclutan a los villanos de la primera entrega, algo totalmente ridículo.
Es una película para pasar el rato, una que no requiere ni que el espectador preste atención en todo momento, puede que incluso se requiera estar con amigos y unos gintonics para verla. Lo que está claro es que es puro entretenimiento, siempre que se llegue a conectar con la locura y se asuma la escasez de información. Es decir, todo esto ocurre because potato.
