Crítica de ‘Jurassic World’, el esperado regreso a Isla Nublar

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ADVERTENCIA: Por lo visto, este artículo puede herir la sensibilidad de muchos lectores. Por lo visto ni una sola maldita vez se me permite escribir a mi aire, creyendo que tengo razones para dar mi libre opinión para defender mi saga favorita y creerme en el derecho a hacerlo. No, chicos, no soy un machista, ni me creo que por ser paleontólogo mi opinión vale más que la tuya. El espíritu de este artículo, cuando se vuelve incisivo, ataca a los que normalmente van con ese aire de superioridad para destrozar y criticar cualquier película. Me he subido a una especie de altar para hacerlo esta vez con la única saga que podría hacerlo con el único objetivo de defenderlo usando esa misma medicina. Pero por lo visto, no ha hecho gracia. Si alguien se ha ofendido, lo siento. Pero tampoco creáis conocerme por haberme leído una sola vez en toda vuestra vida.

El pasado día 12 de junio fue un día grande para los fans de la saga que empezó con Jurassic Park en 1993. Porque sí, hay fans de esa saga, aunque no seamos tan ruidosos como los de otras franquicias. Y sí, me incluyo. Y lo soy tanto, que me ha costado días reunir el valor para escribir estas líneas. ¡Intentaré que no haya spoilers, pero es inevitable que se me escapen algunos, así que más vale que la hayáis visto ya!

Mucho se ha dicho en contra de esta película, siempre usando medallas autoimpuestas de «soy crítico» o de «voy de experto». Pues bien, permitidme que, por una vez en mi vida, me ponga yo medallas. Porque siendo fan desde 1993, habiendo visto decenas de veces las tres películas anteriores (sí, las tres, eso demuestra que soy un fan de verdad), habiendo releído numerosas veces las dos novelas de Michael Crichton (en paz descanse), habiendo estado durante 14 años (desde el estreno de Jurassic Park III en 2001) buceando en internet en busca de cualquier guión, rumor, imagen borrosa o boceto que indicara una cuarta entrega, y habiendo dedicado mi vida profesional al estudio de los terribles lagartos del mesozoico, creo que puedo pasarme por el mosasaurio todas las críticas negativas que he leído. Porque, en este caso, amigos, yo tengo más razones para opinar que tú. Tú no eres una princesa.

Todos los que hayáis leído la novela original de Michael Crichton y su secuela El Mundo Perdido (que, sed sinceros, sois pocos) tendréis claro que tiene poco que ver con la película de 1993. Y la de 1997. El universo de las novelas y de las películas es MUY diferente. Si bien los acontecimientos de Isla Nublar son en general los mismos, el tono, el trasfondo y los personajes cambian bastante. Y, lo siento mucho por los detractores de JW, pero en la película de Colin Trevorrow hay MUCHO de la novela original de Crichton.

¿De dónde creéis que sale el argumento de «crear dinosaurios más grandes, con más dientes, que molen más»? En Parque Jurásico hay una conversación que acaba en discusión acalorada entre Henry Wu (¿os suena?) y John Hammond. Hammond está más que satisfecho con sus dinosaurios, todo lo cercanos a la realidad que pueden. Wu está decepcionado: son sólo animales. O, en palabras de Claire Dearing «los niños ya ven al estegosaurio como al elefante del zoo». Wu le propone a Hammond dar al público lo que espera: cosas increíbles, impresionantes, fieras, monstruosas. Y eso es lo que se encarga de hacer en JW.

Tras años de funcionamiento del parque, Wu ve la oportunidad de dar rienda suelta a su «creatividad» y propone dar el paso de diseñar un dinosaurio a su gusto. A Masrani le cuenta que le ha añadido genes variopintos para facilitar su crecimiento y adaptación al clima del parque, pero si habéis visto la película ya sabréis que sus intenciones eran claramente otras. Y creedme, lo de querer usar a los dinosaurios con fines diferentes a su simple exhibición en un parque es algo que tienen en mente en las novelas la gente de Biosyn, la compañía rival de InGen. ¿Recordáis a Dodgson? ¿A Dennis Nedry y su bote de espuma de afeitar? Pues esa es la gente que estaba detrás de todo. Y, ahora que caigo, hay alguien detrás del plan de Hoskins y Wu.

¡Los raptores! Tras el primer trailer se puso el grito en el cielo con los raptores, aparentemente domesticados. No, amigos. El mismísimo Owen Grady explica esto: él mismo les deja una impronta desde que nacen. Se crían asilvestrados, pero con su presencia como uno más de la manada. Como el Alfa. Y la impronta, sintiéndolo mucho, es un proceso REAL y NATURAL descrito en toda clase de vertebrados desde los inicios del estudio científico del comportamiento animal por parte de gente con premios Nobel. Así que si no os gusta, lo siento. Pero así son las cosas. Y pensad fríamente. Tras lo que pasó en el primer parque, ¿no es más sensato tratar de tener cierto «control» sobre los raptores? ¡Es de cajón!

En los últimos días internet se ha llenado de artículos CUTRES sobre las referencias y guiños de JW a JP y sus secuelas. Quizá en algún momento me anime a hacer uno bien hecho. Pero hasta entonces, me contento con decir que cada guiño y homenaje a sus predecesoras, en especial a Jurassic Park, me ponen la piel de gallina. Vamos a ver, Colin es un fan de la saga. Él mismo ha contado que recuerda perfectamente el día que fue a ver Jurassic Park y cómo lo marcó de por vida. Y se nota en cada fotograma que ha puesto todo el cariño del mundo en hacer su «fanfiction». ¡Además, recordad que esta es su SEGUNDA película tras «Safety not guaranteed»! ¡Y lo ha hecho para quitarse el sombrero! Y es que, hay veces que tenerle respeto y cariño a algo es la clave para hacer bien las cosas. Bravo, Colin. Y es una lástima que no vayas a hacer la próxima película.

¿Los personajes? Estupendos, sencillos pero funcionan a la perfección. Si, eché de menos cameos, y a Alan Grant. Pero Colin tenía razón: esa gente ya ha sufrido MUCHO. ¿Por qué volverles a hacer pasar por un trago semejante? Owen funciona perfectamente. Pero la gran revelación es Claire, encarnada por Bryce Dallas Howard (que no Jessica Chastain). Y los niños funcionan perfectamente. Mucha gente dice que molaban más Lex y Tim, que estos se le hicieron insoportables. Majos, ¿qué edad teníais cuando visteis Jurassic Park? pues eso. Y no me vengáis ahora con que Owen, Claire y los demás son personajes planos, porque Alan, Ellie y Malcolm eran meros estereotipos. Pero los adoramos igualmente. ¿Que Claire no es un personaje feminista por ir en tacones? Dejemos de ser tan cínicos: a todas os gusta poneros tacones para ir monas y a nosotros nos gusta marcar bíceps para sentirnos machotes. Los derechos y reivindicaciones no tienen nada que ver con cómo vistamos. Y recordemos que Claire controla el parque entero.

En cuanto a la ciencia, puede que me suba al carro de Jack Horner (paleontólogo asesor de la saga) y apoye la ciencia tras esta entrega. ‘¿Pero qué haces? ¡Eres científico! ¡Se espera de tí que la odies y destripes!’ -os oigo decir. Veréis, Jurassic Park se estrenó en 1993 y nos enseñó los dinosaurios más creíbles hasta entonces, de acuerdo con el conocimiento del momento. Tiempo después el conocimiento que tenemos sobre los dinosaurios cambió, y se llenó de plumas y de maravillas. Pero la saga ya estaba empezada. Y salvo por los extraños penachos de JPIII, siempre se ha mantenido el cánon cinematográfico, la coherencia de aspecto de sus dinosaurios. Pero había que darle una justificación en esta entrega, ya que han pasado 14 años desde JPIII y 22 desde JP. Y se la da. El propio Henry Wu se lo explica a Masrani: «nada de lo que hacemos en Jurassic World es real. Desde el principio hemos rellenado el genoma de dinosaurios con el de otros animales. Es más, si su genoma fuera puro, tendrían un aspecto muy diferente». ¡BINGO!

Podría extenderme hablando de decenas de cosas más, y más aún de sus dinosaurios y otros reptiles mesozoicos. Pero creo que por hoy ya he escrito bastante. Acabaré con un resumen, reflexión y recomendación. Hace unos pocos años que a mucha gente se le ha atravesado un crítico de cine en el estómago (por no decír que se les ha introducido por alguna parte anatómica políticamente incorrecta). Desde entonces, se miran con lupa las películas como si nos fuera la vida en ellas. Pero curiosamente aquellas con las que crecimos, por el factor nostalgia, son intocables. Pues no, chicos. O jugáis a ser críticos todo el día, o no vale hacerlo solo con lo que os interesa. Tan sólo tenéis que aprender a quitaros los prejuicios y miedos y creer que, por una vez en años, váis al cine A DISFRUTAR, que es para lo que está hecho el cine. Jurassic World es más que digna secuela y homenaje a Jurassic Park. Y usa la nostalgia a su favor. Tiene todos los ingredientes para que al niño que fuimos en 1993 le hubiese encantado y motivado a ser científico, director, guinista, actor, o ilustrador. Tiene todos y cada uno de los ingredientes de una buena película de acción, aventuras y ciencia ficción. Tuve el privilegio de disfrutarla tres veces en un corto espacio de tiempo acompañado por gran variedad de público. Escépticos, fans, gente con miedo, gente con esperanza. Y hasta con un puñado de paleontólogos especialistas en dinosaurios. Y creedme, si hay alguien que podía haberla destripado y destrozado con razones era ese colectivo. Pero no: salieron encantados.

Los dinosaurios han vuelto. Y pisan fuerte. Superadlo. 

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Comentarios

  1. «Dejemos de ser tan cínicos: a todas os gusta poneros tacones para ir monas y a nosotros nos gusta marcar bíceps para sentirnos machotes» Acojonante. Te habrás quedado a gusto soltando semejante cliché rancio.

  2. Bueno, para empezar, yo soy casi de los tuyos: vi las 3 películas en el cine, las compré nada más salir (literalmente, he quemado las VHS originales de verlas), he leído más de 5 veces cada libro, me encanta la paleontología, la geología, busco como tú mucha información de estos temas y hasta decido mis destinos de vacaciones tomando esto como consideración. Aunque por cosas de la vida, no tengo un título que de fe de ello (sorry).
    Pero como he dicho, soy “casi” de los tuyos.
    No se me ocurriría en ningún momento derrochar tanto fanatismo, dejar tan de lado la humildad como lo has hecho con tu segundo párrafo, que es de espanto. Te subes a tu pedestal a miras a todos desde arriba, dando por hecho que nadie ha leído los libros ni sabe más que tú, y que todas las demás opiniones de la Web son estupideces sin validez. Y para más inri, pretendes dar a entender que un título en paleontología te convierte en maestro en crítica de cine (¿¿??).
    Vamos a bajarnos de la parra y dejar las cosas como lo que son:
    – El bicho éste que se han sacado lo han hecho como dices porque los dinosaurios “de verdad” ya no sorprenden. Pero no es que no sorprendan a los visitantes del parque, vamos a dejarnos de cuentos, sino que se ha hecho para atraer a los que van al cine a ver la película. Ni más ni menos. Si hubieran sido más auténticos, se hubieran dado cuenta de que los dinosaurios ya de por sí molan y tienen mucho potencial para hacer una historia decente (lo que deberían haber hecho), y no haberse sacado de la manga un Godzilla como el que muestran.
    – Idem con los raptores. Mucha gente que va a ver la película no sabe nada de los últimos descubrimientos, y dudo que les interese. Pero manteniendo el aspecto de los raptores se han asegurado de que no haya incongruencias con los mostrados en las entregas anteriores, lo que evitan que más de uno se rasque la cabeza.
    – La “domesticación”: de acuerdo contigo. La escena de Owen en la jaula me ha parecido asombrosa, de lo más auténtica. Pero no olvidemos que los raptores sólo le respetan a él (y como se ve en esa escena, a medias, porque no olvidemos que son depredadores). Pero de repente, el mismo día (SPOILERS!) andan sueltos por ahí sin atacar a nadie, se vuelven humanos, se les puede acariciar la cabeza, ayudan a su amiguito Rex (que no se por qué se pelea por el Indominus, podría haber pasado de él)…
    – Por último comentar lo de los personajes. De acuerdo en que funcionan. Me han gustado (el tema del cachas y la chica con tacones, mal que le pese a la feminista de turno haciendo apología de la dictadura de lo políticamente correcto que nos invade, es así, ni más ni menos, innegable). Pero yo me he quedado con más ganas de Henry Wu, que hiciera más. Podría haberle dado un gran impulso a la historia.
    Hablando de Wu… En el libro, Wu quiere hacer una versión nueva porque los dinosaurios le parecen demasiado reales, demasiado rápido. Cito: “se desplazan demasiado deprisa: la gente no está habituada a ver animales grandes que sean tan ágiles. Temo que los visitantes crean que los dinosaurios aparentan estar acelerados, como en una película que se pasa demasiado deprisa. Nos resultaría fácil generar dinosaurios más lentos, más domesticados”. Cosa que Hammond no acepta, por supuesto.
    Como ves, es lo contrario a la película y a lo que dices tú que pone en el libro.

    • Entiendo que te haya molestado si eres tan fan como yo. Si es así, estate tranquilo, porque esas palabras desafiantes no van dirigidas a ti, sino al puñado de blogueros que van de críticos que me han llegado a ofender. Y no, no pretendo que ningún título científico me de carta blanca para hacer críticas de cine. No pretendo ser crítico de cine ni quiero serlo. Sería una barbaridad. Es una manera de contraatacar a los que, sin saber ni lo que es un saurópodo, me venían dando lecciones sobre los dinosaurios de la película. Estate tranquilo.

      Y si, Wu dice lo de que son demasiado rápidos, pero como lo entiendo yo, es un ejemplo. Wu está decepcionado porque no son más que animales. Pide a Hammond hacerlos «mejores», darles al público lo que esperan. Y si, lo ejemplifica con la velocidad, pero el trasfondo entiendo yo que es mucho mayor, y que en la película se han agarrado a ese punto de partida para dar forma al argumento.

      Lo dicho, lamento si te he ofendido, pero te aseguro que hay muchos por ahí haciendo lo mismo siempre, con cada película, y ni se les ocurre pedir perdón. Yo lo he hecho esta única vez.

      Gracias por compartir tus impresiones. Un saludo.

  3. Vaya, creía que se había quedado atascado ésto y que por algún motivo mi comentario no había llegado. Veo que debe aceptarse antes de ser publicado, cosa que no sabía, y me ha hecho escribir prácticamente lo mismo por otro lado. Perdona esta repetición. Siento haber sido un poco (bastante) duro con mis palabras, pero había detectado un matiz de fanatismo, y es algo que me puede (sea el tema que sea, futbol, religión, política…). Veo que no es así, y espero que me perdones, de verdad.
    Resumiendo mi punto de vista: hay incongruencias, siempre las ha habido, pero ¡son sólo películas! Cuando era pequeño y descubrí que los raptores estaban sobredimensionados, recuerdo no haberme preocupado. ¿Qué más da que no fueran así? La película ya mola de por sí, no hace falta buscar una excusa científica o no a lo que se muestra. Hay que disfrutarla, como yo he hecho con Jurassic World. Cierto es que al ser adulto siempre hay cosas que nos rechinan, uno es menos emocionalmente impresionable que cuando es un crío.
    Espero que hagan una 5ª, y que por favor, ¡que saquen a los dinosaurios de la isla, pero de verdad! La historia de misterio de la «jupía», el raptor en la playa que incineran, el «compi» que ataca a un bebé en la cuna, el trabajador moribundo que susurra con miedo «raptor», la radiografía sin sentido que envían a Grant (sin sentido hasta que llega al parque)… todo eso del libro original prometía y promete, espero verlo hecho realidad algún día, y que se dejen de «monstruos». Casi que preferiría un remake. Una película, o por qué no, una serie pero siempre que fuera fiel al primer libro.
    Saludos!

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