La primera serie escrita y dirigida por Daniel Sánchez Arévalo está protagonizada por Itsaso Arana, Mónica Miranda, María Rodríguez Soto, Mariona Terés y Godeliv Van den Brandt
Crítica escrita tras ver los seis episodios de ‘Las de la última fila’, que llega a Netflix el viernes 23 de septiembre. Esta opinión no contiene spoilers.
Daniel Sánchez Arévalo (Gordos, Primos, La gran familia española, Diecisiete) escribe y dirige su primera serie, Las de la última fila, una producción de Atípica Films. Cuando un grupo de amigas se entera de que una de ellas tiene cáncer, deciden planear un último viaje juntas antes de que empiece el primer ciclo de quimioterapia. Todo bajo una condición: ninguna de ellas puede hablar el tema.
El reparto de Las de la última fila está encabezado por Itsaso Arana (Reyes de la noche, La virgen de agosto), Mónica Miranda (Todos los saben, Lo dejo cuando quiera), María Rodríguez Soto (Los días que vendrán, Com si fos ahir), Mariona Terés (Veneno, Paquita Salas), Godeliv Van den Brandt (Valeria, Sky Rojo) y Javier Rey (HACHE, Fariña). Además, la serie cuenta con la participación especial de Macarena García (Paraíso, El ministerio del tiempo), Michelle Jenner (Los herederos de la tierra, Isabel), Carmen Machi (Criminal, Amor de madre) y Antonio de la Torre (La trinchera infinita, La isla mínima); y con un cameo de Rigoberta Bandini.
Sinopsis de Las de la última fila
Sara, Alma, Carol, Leo y Olga son amigas íntimas desde que iban juntas al colegio. Todos los años sin excepción organizan una escapada de una semana juntas. Este año es diferente, a una de ellas le han diagnosticado un cáncer y esto hará que este viaje sea decisivo para sus vidas. Antes de irse rumbo a la playa han hecho un pacto: no se hablará del cáncer y además, todas deberán cumplir un reto, un deseo, algo que no se han atrevido a explorar por miedo a las consecuencias.
Cada una de ellas escribirá su deseo en un papel, secretamente lo meterá en una caja y todas deberán cumplirlo, sin excepción. A partir de este momento, se darán cuenta de que les queda una semana para estar más unidas que nunca y para abrir todas esas puertas a las que jamás se atrevieron a llamar. Y es que hay viajes que te cambian la vida para siempre, pero hay vidas que te cambian los viajes para siempre.
Un viaje por el duelo a través de una mirada femenina
Sánchez Arévalo nos propone con su último trabajo un viaje por el duelo a través de una mirada femenina. Las cinco mujeres de mediana edad tendrán que partir hacia una estancia de reconciliación y búsqueda de identidad, con un elemento dramático presente en segundo plano. Es una historia que habla de cerrar heridas, de sanar en lo personal y mirar hacia delante a pesar de la adversidad.
Las de la última fila es una serie sobre el cáncer, pero que aborda la enfermedad marginándola (no olvidándola) y dándole toda la importancia a la amistad. O, más bien, a todo lo demás: las relaciones de pareja, el sexo, la familia, la salud mental y el cuidado de las personas de tercera edad, entre otras cosas, que van saliendo poco a poco como costras sin cicatrizar a medida que avanza el juego de los deseos.
Y todo ello acompañado de un guion cuidado y meditado, con unos personajes femeninos bien desarrollados y subtramas trascendentes, que se apoya en una espectacular dirección. El exterior, como segundo protagonista, también se ha cuidado. La serie se ha rodado en varias localizaciones de la provincia de Cádiz y Madrid.
La serie tiene todos los elementos necesarios y suficientes para cautivar. El espectador conectará desde el primer episodio con la narración, con cada una de ellas, y disfrutará cada diálogo. El humor es importante en Las de la última fila, al igual que el drama, pero el producto final termina por ser un retrato de la amistad y de la vida, la cual sorprende y, en ocasiones, no perdona.