Los animales viven una aventura que podría describirse como ‘Pets Story’.
Es inevitable que a estas alturas no comparemos unas películas con otras. Hoy en día existen muy pocos riesgos en el cine y televisión, y nos limitamos a ver remakes, reborns o adaptaciones de novelas y cómics. No es que esto sea algo horrible, ya que muchos de estos productos son absolutamente maravillosos, pero si es verdad que se hecha de menos un poco de originalidad.
Illumination Entertainment, de Universal, se ha puesto las pilas y nos está ofreciendo una o dos películas de animación al año, como ‘¡Canta!’, ‘Gru’ o ‘Los Minions’, y en 2016 nos llegó ‘Mascotas’, una aventura de lo más animal. A diferencia del resto de filmes del estudio, en esta película si se nota, se palpa y se ve que la inspiración de otros películas existe, en este caso ‘Toy Story’.
La historia nos sitúa en un edificio de apartamentos de Manhattan, en la vida de Max. La vida y comodidad del perro corre peligro cuando su dueña trae a casa a un otro perro llamado Duke, con quien Max pronto tiene sus diferencias. Pero ambas mascotas tienen que dejar atrás su rivalidad cuando se enteran de que un adorable conejito blanco llamado Snowball está reclutando a un ejército de animales domésticos que han sido abandonados, decididos a vengarse de todos los animales domésticos felices y de sus dueños.
Es entretenida, divertida y dulce, pero a la vez es algo olvidable y previsible. Si os acordáis de la estructura de ‘Toy Story’, veréis que en esta entrega las cosas ocurren más o menos igual. Un invasor llega, ambos se pierden y ambos vuelven a casa. Esto hace que de la sensación de que estamos antes algo que ya habíamos visto, una especie de déjà vu. Aún así nos encontramos con personajes divertidos y que os arrancarán una sonrisa. Los perros nos ofrecen grandes escenas y el villano dentro de la piel de un cojenito hace que todo sea muy adorable.
Es una película muy centrada en el publico infantil, y que se limita únicamente a contentar a ese publico, olvidándose un poco de los adultos. Es una verdadera pena ya que desde el principio uno se da cuenta de que la historia podría dar muchísimo más y que el riesgo que está corriendo el estudio es absolutamente nulo.
No os vais a aburrir, pero tampoco os parecerá tan refrescante como si lo ha sido ‘¡Canta!’, que es más entretenida y la banda sonora es una gozada.
