Crítica de ‘Paquita Salas’, una segunda temporada un tanto diferente (¡Y maravillosa!)

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No esperábamos lo que nos hemos encontrado. Tras una primera temporada en la que el humor era el eje central de los episodios, en esta segunda temporada nos encontramos lo opuesto. La evolución de la historia y los personajes, y su desarrollo, son parte fundamental de estos cinco episodios con mayor dosis de drama por segundo. Paquita, Magüi, Belén y Lidia, especialmente esta última, nos ofrecen interpretaciones que os harán agarraros al sofá y contener más de una lágrima.

Esta temporada comienza donde lo dejamos, tras la pérdida sus dos actrices más importantes, Macarena García y Mariona Terés, PS Management atraviesa una enorme crisis económica. Paquita, junto a su fiel escudera Magüi, intentarán frenar el descenso de la empresa, pero no será una tarea sencilla. En esta lucha veremos como el pasado les hará abrir los ojos y ver el mundo de una manera diferente.

A partir de este punto la entrada puede contener spoilers de la segunda temporada.

Momentos muy especiales

Hay humor, no os asustéis, pero tal y como he dicho lo principal esta temporada es evolucionar y conocer más a estas fantásticas y maravillosas mujeres que intentan conocerse y hacerse un hueco en este territorio comanche. Paquita, interpretada por el fantástico Brays Efe, nos ofrece un viaje, el de la heroína, el de una mujer luchadora, fiel, amable y generosa. Pero quizás no es el desarrollo que más nos marque. O por lo menos no lo es con la llegada del episodio 2×03.

No se nos olvidará nunca la conversación de Paquita y Fernando en el bar con los torreznos y el Larios, ni tampoco esa conversación detrás del escenario entre Paquita y la trabajadora de la ceremonia de los premios, pero lo que segurísimo que no se nos olvidará será Lidia San José. Es muy difícil explicar y transmitir todo lo que Lidia nos muestra en el tercer episodio de esta segunda temporada. Las miradas, los gestos, las medias sonrisas, todo nos transporta a un recuerdo, a una morriña podríamos definir, de un amor por la interpretación que hoy en día parece extinta.

La fuerza de los personajes y el cambio

Los Javis tienen un plan, «¡Tratar de conquistar al mundo!», como decía Cerebro, de ‘Pinky y Cerebro’. Durante este año los creadores han cambiado, crecido y aprendido, y ya solo con el fantástico prólogo de temporada se nota y se palpa dicha evolución. Dos segundos son necesarios para ver una dirección más cuidada, y unos guiones que nos demuestran su plan. Los personajes van entrelazándose creando una telaraña frágil y preciada, todo para llevarnos a un fin que nos dejará con el corazón en un puño.

Repito, no es una temporada en la que los personajes se encuentren con las pilas cargadísimas, pero la fuerza de estas mujeres es inapagable. Os vais a reír, aunque yo solo haya dicho que lloraréis, vais a emocionaros y también descubriréis que necesitamos más dosis de Lidia San José en nuestras vidas. ¡Ah! Y los cameos, menuda cantidad de cameos que os vais a encontrar, no pestañeéis, que igual se os pasa alguno.

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