‘The Mandalorian’ Recap 1×02: La serie demuestra su poder

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El día del lanzamiento de Disney+, el pasado 24 de marzo, llegaron los dos primeros episodios de The Mandalorian, la serie más esperada por los seguidores de la marca y Star Wars. Los usuarios tardaron entre cero segundos y uno en darse cuenta de que únicamente estaban disponibles los dos primeros episodios y rápidamente comenzaron las quejas en las redes sociales. Muchos gritando que lo hacían para que los suscriptores se quedasen más que el tiempo gratuito, siete días, y otros remarcando la mala llegada de la plataforma a España.

Todo es más simple de lo que parece, los originales de Disney+ llegarán semanalmente siempre, por lo que no tiene sentido lanzar todo el primer día. Uno tiene que educar a sus suscriptores y estas son las reglas del juego con esta plataforma, al igual que HBO España lo hace con muchas de sus series. La gran mayoría. Esto no es Netflix.

Hace unos días lanzamos el recap del primer episodio y hoy, con un pequeño retraso, traemos el del segundo. Os recordamos que esta historia se sitúa después de la caída del Imperio y antes de la aparición de la Primera Orden. Es decir, entre El Retorno del Jedi y El Despertar de la Fuerza, los episodios 6 y 7 de la saga cinematográfica de Star Wars.

La siguiente crítica se ha escrito tras visionar el segundo episodio de la serie, por lo que puede contener spoilers de este episodio, el 1×02.

El episodio arranca justamente donde lo dejamos, con el Mandaloriano rescatando a Baby Yoda. Tras eliminar a IG-11 y abandonar el lugar de los hechos, nuestro protagonista y la cápsula están de camino a la nave. Por el momento desconocemos si completará la misión o no, pero todo nos hace pensar que no. Ha creado una conexión con el objetivo y no tendría demasiado sentido entregarlo a manos de los restos del imperio. Pero la gran pregunta es… ¿Quién es Baby Yoda? ¿Es un Jedi? ¿Qué es?

Tras unos minutos con primeros planos a Baby Yoda, creando la necesidad de tener uno en casa, ahora mismo, en plena cuarentena, el Mandaloriano se detiene… y vemos cierto movimiento en las sombras. Antes de continuar, en estos planos, uno puede ver la cantidad de detalles que nos encontramos, ya no solo por los efectos especiales que acompañan a Baby Yoda y los pequeños seres que se mueven entre la arena. El vestuario, iluminación, fotografía,… el diseño de producción es una absoluta delicia. Desde luego, vemos muy pocas series con semejante cariño y presupuesto.

En ese desfiladero, Baby Yoda es perseguido una vez más, con la diferencia de que el Mandaloriano está para protegerle. Un nuevo cazarrecompensas hace acto de presencia, lo sabemos por el aparato que tiene en el cinturón, y nos deleitamos con una nueva escena de lucha. Bueno, no es uno, son dos cazarrecompesesas. Todo acompañado de las caritas de Baby Yoda desde la distancia y seguridad de su huevo. Esta escena ya nos da una idea de lo que será la trama durante estos episodios o temporada, cazarrecompesas intentando capturar al objetivo.

‘The Mandalorian’ Episodio 3 (Fuente: Disney+)

El Mandaloriano ha sido herido en la lucha y, mientras se está curando con un instrumento que parece muy doloroso, Baby Yoda le mira con cara de preocupación. Es imposible no mirarle y sonreír, ver a un bebé en pantalla que si fuese real sería completamente imposible de controlar. Muchos declararon en su momento que George Lucas se estaría revolviendo por la creación de este personaje, pero… ¿no era él el responsable de la creación del merchandising?

Baby Yoda se acerca al Mandaloriano con la mano en alza, intentando llegar a la herida… ¿podrá curarlo? No lo sabemos, rápidamente el protagonista lo coge y devuelve a su huevo. Y mientras se sienta para arreglar su armadura… Baby Yoda vuelve a bajarse y acercarse con la mano levantada. Y el Mandaloriano vuelve a guardarlo en su huevo. Tiene pinta de que veremos más de una vez este tipo de secuencias a lo largo de la serie.

Ya están llegando a la nave cuando descubren un terrible escenario, los jawas han saqueado la nave y la han dejado, literalmente, desnuda. Se han llevado hasta las placas exteriores, dejando únicamente el esqueleto y un montón de cables. El Mandaloriano intenta conseguir las piezas, llegando a matar a alguno de ellos, pero lamentablemente no logra acceder al trasporte de los jawas.

Para lograr las piezas, el Mandaloriano acude al hogar de Kuiil, que le ayudará a conseguir un trueque para recuperar lo que era suyo. Estos ladrones, los jawas, le piden un huevo.

Ahora nos llega una secuencia totalmente exquisita. Visualmente espectacular. Antes de comenzar a ver esta serie no me esperaba encontrarme tanta calidad en los efectos especiales y producción, estaba claro que dinero tenían, es algo que Disney tiene a montones, pero no creía que iban a invertir tanto en una serie. Y menos en una primera serie. La lucha con la bestia es sencillamente genial, pero lo verdaderamente importante ocurre al final… ¡Baby Yoda es un Jedi! O por lo menos es capaz de usar la fuerza. Gracias a ello el Mandaloriano escapa con vida y coge el huevo para hacer el intercambio con los jawas. Tras este uso de poder, Baby Yoda se queda completamente inconsciente.

Tras recuperar las piezas y montar la nave, como si se tratase de un Lego, el Mandaloriano hace algo totalmente inesperado, aunque también esperado por el espectador. Es una sensación rarísima. Le propone formar equipo a Kuiil, algo que como espectador sería fantástico, ver a este duo junto a Baby Yoda por la galaxia, pero también totalmente innecesario. De todas formas, Kuiil rechaza el ofrecimiento.

Despegan y ponen rumbo al espacio profundo. Pero hay que remarcar el plano en el que el Mandaloriano se queda mirando a Baby Yoda, momentos antes de que este se despierte de su descanso… su mirada, aunque no la vemos debido al casco, se podría traducir con un… «¿Qué es lo que hago contigo?».

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