Los vampiros siempre han estado con nosotros en la gran pantalla. Van y vienen. Las modas temáticas provocan que estos míticos seres aparezcan cada equis tiempo protagonizando películas y series de televisión, pero nunca caen en el olvido. En 1998 John Carpenter nos quiso ofrecer su visión con Vampiros, una que nos ofrecía un nuevo origen de los vampiros y que realizaba una mezcla muy poco usual, la fusión de los géneros western y terror en una misma película. Se podría decir que nos encontramos con la suciedad de Abiertos hasta el amanecer y una estética vampírica muy Matrix.
La historia comienza con una cacería en mitad de la nada, capitaneada por Jack Crow. Tras la destrucción de un núcleo de vampiros, el grupo de Crow sufre un pequeño revés cuando el jefe del clan vampiro, el terrible Valek, hace acto de presencia y mata a la mayoría sin demasiado esfuerzo. A partir de ese momento tendrán que encontrarle y descubrir el motivo por el que el vampiro se encuentra en EEUU. Todo gracias a la «ayuda» de Laura Palmer, que ha sido mordida por Valek y posee ahora un vínculo psíquico con él.
Seguramente la estética hizo que me enamorase por completo de la producción, dejándome muy impresionado en 1998. La vestimenta de Jan Valek, el vampiro, se convirtió en mi disfraz de carnavales, pero ahora, en la distancia, las cosas se ven de otra manera. La producción se queda un tanto obsoleta en términos de reparto, echando de menos un mayor componente femenino, tanto en el apartado humano como en el vampírico, pero esto es algo que Carpenter siempre ha tenido un poco pendiente…
Lo que está claro es que la cinta posee el espíritu del director en todos los poros del celuloide. Se podría decir que es una película que baja al barro, se ensucia y muestra una visión completamente diferente al imaginario colectivo de los vampiros. No es una producción en la que el misterio y la romantización sean ingredientes del filme, es mucho más oscura, con escenas de acción y un juego de gato y ratón que hará las delicias de los fans del director. Es una película muy de los 90.
Lo más especial es esa fusión que mencionábamos al principio, ese elemento western que conduce la interpretación de su protagonista, James Woods. Se podría decir que es el Clint Eastwood de esta historia vampírica. Sí, ha envejecido. Sí, es una película de otra época. Pero lo que está claro es que la mente de Carpenter nos ofrecía mezclas poco usuales.
Vampiros de John Carpenter actualmente se encuentra descatalogada en Blu-ray y Dvd.
